Y ahora somos como dos extraños que se van sin más, como dos extraños más que van quedandose detrás, yo sigo estando enamorado y tu sigues sin saber si lo has estado (y si te quise alguna vez), lo ves. Después nos hemos vuelto a ver alguna vez y siempre igual, como dos extraños más que van quedandose detrás; este extraño se ha entregado hasta ser como las palmas de tus manos, y tu sólo has actuado, y yo aún sabiendo que mentias me callé, ¿y me preguntas si te amé?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario