miércoles, 25 de marzo de 2009


A un cadete acostumbrado a las corridas, la vergüenza ya le pisa los talones, lamentando el precio de sus confesiones, va esquivando ejecutivos por Florida, mientras cruza sin mirar las avenidas, se martilla la cabeza sin piedad, vuelve con los ojos llenos de perdón, pero es demasiado tarde y ella le da un beso de esos que humillan a la soledad.. Por el centro todos conocen la historia, del más pillo y la más bella del condado y aunque tiene momento de pocas gloria, es un cuento que merece ser contado, cuando el amor se tomo unas vacaciones la vida le dió milonga y el bailó, nunca le dijo que no a otros rocanroles, pero Stifan Y Vogan fue testigo de esa magia que los condenó, a vivir eternamente, entre el tedio y la pasión, el instinto y la razón, entre la perseverancia y la cruel resignación, esa magia que no los va a dejar ser, dos amantes del montón.. Ahora ella va a dos mil por hora por la vida, pisa el freno solo para sus dos críos, él supo hacerse más compañero del frío, ese que le hacía sangrar por la herida, si hoy la describo, digo profeta Mahoma, una vez hecho un trato, ya lo consiguió y el adquirió una gran filosofía de goma y zapatos baratos eso lo cambió.. Ninguno de los creía en el destino, y este se vengó para hacerse notar, les va poniendo más piedras en el camino, pero yo juro fui el testigo de esa magia que ellos seguirán compartiendo eternamente ..

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