Yo no creo en la Iglesia , pero creo en tu
mirada. Tu eres el sol en mi cara cuando me levanta. Yo soy la vida que ya
tengo, tu eres la vida que me falta. Así que agarra tus maletas, el bulto, los
motetes, el equipaje, tu valija y todos tus juguetes.. Y dame la mano y vamos a
darle la vuelta al mundo. Un día decidí hacerle caso a la brisa; a irme
resbalando detrás de tu camisa; no me convenció nadie, (me convenció tu sonrisa). Y me fui tras de ti persiguiendo mi instinto; si quieres cambio
verdadero, pues camina distinto.